
Por Carlo Lara
“Un corsario no lucha por honor, sino por obtener ganancias. Es un mercenario”. Patrick O’Brian
Observar la actitud de algunos actores del sistema educativo dominicano y en especial en el ámbito gremial, es asqueante, funesto y decepcionante. Ver a personas simulando ser grandes dirigentes y llamarse educadores en una actitud miserable ante los demás con el único propósito de intentar escalar y obtener relevancia, capital político y económico con la ignorancia de unos cuantos es la más genuina manifestación de un “Mercenario”.
Con la masificación de la tecnología y el uso masivo de las redes sociales, en los últimos años hemos podido contactar y lamentablemente convivir con algunas lacras disfrazadas de dirigentes magisteriales. Ellos han hecho su nicho malvado, difamatorio, extorsionador con la inocencia de muchos que no imaginan su verdadera conducta y despropósito.
No obstante, esos que hoy se pintan como dirigentes, manipulan, engañan a algunos docentes a través del manejo de las “informaciones”, recordemos todo que la información es poder y tenerla y manipularla atrae reacciones en este caso engañosas, equivocadas y alejadas de la realidad.
Muchos sin tener el conocimiento, se han dejado envolver en esa telaraña de descrédito, manipulación y engaño por un grupo de sujetos que hoy denominamos “Mercenarios”.
Su misión “sagrada” es clara y muy obvia, lograr que todos los procesos llevados a cabo para la mejora de los maestros y maestras fracasen, esos talibanes trabajan día y noche, sin descanso en la organización de esos planes macabros. Y en proyectos divisionistas.
Reiteramos, camuflajeados de dirigentes magisteriales con “propósito” y un supuesto interés colectivo que solo existe en la imaginación de su retorcida mentalidad de destrucción del Sistema Educativo Dominicano y la Gloriosa Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Este tipo de actitudes responde a intereses particulares y no lo que ellos quieren hacer creer a los docentes. Estos “Mercenarios”, denominados por nosotros como lacras del magisterio, han apostado desde que inició su plan a la destrucción del Sistema Educativo, a la división de la ADP, apostando y seleccionado, desde sus plataformas digitales, a la mentira y la simulación como estilo de trabajo.
Decirles que no importa lo que hagan, pues la gran mayoría de los maestros y maestras los conocen, tal como dice el pueblo: “te conozco bacalao… aunque venga disfrazado”. Los docentes dominicanos, en su inmensa mayoría, son sabios e inteligentes, ellos saben que su trabajo es dañar, manipular y cambiar la realidad y así quedó evidenciado en los últimos procesos eleccionarios del gremio más importante de la República Dominicana.
Decir a esos “Mercenarios” que la mezquindad y el afán de protagonismo no va a pasar, al final ellos desaparecen en el tiempo, porque todo proyecto político o sindical, como el de estos “Mercenarios”, que nace con odio y resentimiento es efímero.
Pero más aún decirles que su futuro político dentro del magisterio está condenado al fracaso, al final las aguas vuelven a su cauce y esa podredumbre desaparece, cuando llega la calma prima la sensatez y prevalecen los hombres y mujeres con honestidad, valores y respeto al prójimo.
La vida gremial no es un sueño o una ilusión que algunos como esos “Mercenarios» se imaginan, ellos tienen la equivocada idea de que pueden de la noche a la mañana, con patrañas, bajezas y podredumbre escalar en la vida gremial, ¡qué inocentes! No, para ser un dirigente auténtico se necesita ser trabajador y honesto, pensar en los mejores intereses de la colectividad y lo más importante ser un líder, que la gente escuche, siga por respeto y admiración.
Quiero terminar esta reflexión enviando un mensaje a todos los docentes del sistema educativo dominicano, cuídense de los “mercenarios” que aspiran a ser dirigentes, ellos son manipuladores, escurridizos, falsos, simuladores y con la capacidad de seducir a los demás en procura de lograr sus objetivos.
Recordarles a ustedes maestros y maestras de bien y verdaderos guerreros, luchadores por un Sistema Educativo digno a George R.R. Martin “Los únicos lobos a los que debemos temerles son aquellos que llevan piel humana”.